lunes, 15 de marzo de 2010

Por nosotros...




Tengo que confesar que yo siempre me he sentido solo, ¿Sabes? Siempre. Aunque lo tuviera todo, siempre me faltaba algo. Me faltaba el beso de buenas noches, las tortitas con forma de corazón por las mañanas, cada una de tus sonrisas, tus gestos de niño pequeño, tu mirada clavándose en mis ojos. Tu boca, tu risa, tu cuerpo. Y ahora que sé lo que se siente al amar, que creo en el amor verdadero, ahora sé que no puedo vivir sin tí. Ni puedo ni quiero. Por lo tanto aquí te espero, sentado en el mismo sitio de antes. Te esperaré lo que haga falta: tres días, dos semanas, cinco meses, un año, mil años. Y si ahora tu me llamas y me dices que estás en el fín del mundo y que no puedes volver, yo te juro que lo dejo todo y me voy contigo...

Ann!

No hay comentarios:

Publicar un comentario